LUCÍA
Lucía Sócam – Foto: Eduardo Arreseygor Texto: Koldo Pla
Al fondo, por el único resquicio,
huye la luz. Agita la tiniebla
un nudo de rostros, nombres y fechas,
vacilantes sueños de espuma y aire
gravitando en la eternidad impune
de la primera brigada. Y tú,
serena y firme, abrazas la guitarra
como un salvavidas frente al horror.
Cada cuerda rasgada es un grito
y acuna, dedo a dedo, con ternura
tu mano izquierda el acorde preciso
para cerrar los ojos de la muerte.
Del vientre de la guitarra y tu vientre
nace el canto como un niño desnudo
con su boca redonda y sorprendida.
Al fondo, desde el húmedo silencio
del muro, ella envuelve su impotencia
en el regazo tibio de tu música
y abandona, serena, agradecida,
su lágrima de vidrio en la botella.